Monday, January 4, 2010

El ambiente no era familiar… o si, pero hacía mucho tiempo que no lo sentía. Era martes en Enero, la sabana rosada era exactamente lo justo para dormir tranqui, en paz, como hacía mucho que no dormía. Entraba el sol por la ventana, había olor a café… si era muy familiar el ambiente, pero lo tenía medio enterrado en el pecho, porque no lo había sentido en mucho tiempo, la paz que daba era tan linda que me hizo sonreír. Me desperece como un oso y llego el café con leche más rico del mundo, en la mano de Mamma (si, mi Mamma, con tilde en la A y voz de nabo) Después de tomarlo despacito y disfrutar unas tostadas de la panadería de la esquina, había que sacar la curita de una, ir a ver si los muchachos me habían dado los 5 días libres que necesitaba para quedarme en casa, para tomar mas cafés con leches de mañana, para arriesgar el cuero en un Rutas del Sol. Con miedo fui a la compu, entre en el portal y vi que los días en el calendario no eran del rosadito mágico que dice te quedas… eran del celeste que dice tenes que volver… El trago fue amargo, pero bueno… había que tragarlo. Cambie el pasaje, agradecí el tiempo hermoso que pase en casa, las cervezas con amigos, las tardes con abuelos, las noches con padres y hermanos, los besos, los abrazos… Un adiós más en Carrasco, Pluna que me dejo en Guarulhos y un B777 hermoso que me trajo a “casa”. Acá poco había cambiado la cosa… mi baño se había inundado y eso me distrajo el primer día, ya que había que resolverlo y la vuelta a Dubai, después de 20 días de Verano en casa puede ser complicada. Tema resuelto… a desarmar/armar la valija ver amigos hacer cuentos, compartir chorizo seco con quien sepa apreciarlo J y Quilmes mediante aterrizar acá, para despegar al día siguiente.

Como le cambia la precepción de las distancias a uno… en poco tiempo… es uno de los efectos que tiene este trabajo. De La Floresta, pase a Dubai y a los días veía un amanecer increíble, exactamente sobre el Polo Norte… en ruta hacia Los Ángeles. Tan frio está afuera que se forman cristalitos de nieve en las ventanas del avión, todo es blanco hasta donde alcanza la vista, da miedo y paz a la vez, es increíble. Aterrizamos allá y llegamos al hotel, lejos del centro, pero en una zona linda, Torrance, si alguno lo quiere buscar por ahí. Mi plan era alquilar un auto y salir a dar vueltas… pero en algún momento en el vuelo surgió uno mucho mejor… por que no hacer más larga la vuelta y llegar a Las Vegas? Cuando Zihad lo dijo a los demás se nos prendió una lucecita en los ojos… y nos encanto la idea. Llegamos al hotel, reservamos los autos y juntamos un buen grupo de gente, acordamos descansar ese día, cenar temprano y salir tempranito a la mañana siguiente. No sé por que… pero el déficit de chancho que te entra acá en Dubai se ve que nos afecta a todos, porque salimos como descornados al restaurant cerca del hotel a pedir costillas de cerdo, y cuan en serio se lo toman allá… porque son ricas, muy ricas! No son exactamente livianitas… a sí que hay que bajarlas con Bud Light… jajaja! Pero como te hacen dormir… bien descansados nos encontramos a la mañana siguiente en el lobby, y no se a quien se le habrá ocurrido la idea brillante de poner un Starbucks adentro del hotel, pero todos le agradecimos. Los autos nos esperaban en la puerta, nos dijeron “una van y un sedan standard” Que diferentes que son los standards”, pensé… El Pontiac brillaba y yo le buscaba lo standard y no se lo encontraba… menos se lo encontré cuando lo prendí, y deje de buscárselo cuando lo acelere en la autopista… No daba para hacer locuras, más allá de que el hijo de Gustavo lo alquilo con todos los seguros disponibles, llevaba a 4 personas que dormían como angelitos sin saber que manejaba un animal que andaba a 100 en Millán, pobres… Me porte bien, y mansitos en el carril del medio llegamos 4 horas de viaje después. Es una ciudad rara, así la describiría… es el súmmum de la cultura estadounidense… Todo parece ser descartable, hasta los edificios, da como la impresión que los sacaron de una caja gigante y los pusieron ahí, y que cuando ya no sirvan mas los van a sacar. Los van a poner adentro de la caja y los van a tirar… Durante el almuerzo nos dividimos, de acuerdo a que quería hacer cada uno y acordamos encontrarnos en los autos donde los habíamos dejado a las 23:30, para que cada uno hiciera lo que le parezca. Averigüé que había una exhibición de artefactos originales del Titanic en uno de esos edificios descartables, y arranque para allá, caminando, así me “metía” en la cuidad, para ver como es la gente, las caras… La conclusión fue que la gente va a Las Vegas a hacer lo que no puede hacer en la casa! J De 5 personas pasan 3 en pedo y las otras dos ya están alegronas… se puede apostar hasta en el baño y te ofrecen alquilar una Ferrari para dar una vuelta a la manzana, es divertido, potencialmente peligroso y tenes que ir máximo 5 días, con una tonelada de plata… La exhibición estuvo genial, muy bien hecha, literalmente un viaje en el tiempo, pero me faltaba algo… algo que si no lo hacía, Pablito, Alvarito, el Poroto y el Manteca no me lo iban a perdonar… Me tenía que jugar unas fichitas! A la vuelta pase por el Bellagio -no sin antes disfrutar de la fuente con aguas danzantes que hay en la entrada, sin palabras- elegí una mesa de Blackjack, cambie 50 dólares (una miseria…) y me tire a la piscina. Fue como un relámpago, el dealer va rápido… tenes que estar muy atento, muy encendido, y ligar! En 3 minutos tenía 160 dólares, era Gardel, y en los 30 segundos siguientes… Seventeen, want a hit? Yes, 22, house wins… los perdi! Me divertí, me quede con un par de fichas de recuerdo para la Barra y volví al auto para emprender l vuelta. Todo el mundo medio destruido, los que estábamos mejor éramos Zihad y yo, que teníamos que manejar, y así arrancamos, mansos y por el Carril del medio llegamos al hotel 4 horas después, dirigidos impecablemente los dos tramos por “Peggy Sue” el GPS de Hertz que con voz de trola nos decía que salida y que subidas tomar... Muertos de hambre y sueño, y desesperado por una cerveza, averiguamos que había abierto y fuimos a desayunar a Denny’s al parecer cadena famosa y nos clavamos un desayuno gringo a lo grande, obviamente bajado con Bud Light, a las 6 am. Nos quedaba un día más y lo dedicamos a pasear por Los Ángeles, nos quedamos con el auto y dimos vueltas por la ciudad, Beverly Hills, Hollywood, Santa Mónica… un paseo re lindo en un día que por suerte acompaño mucho. A descansar y a volver a pensar en el vuelo…

Tres merecidos días de descanso en Dubai y a Londres… que debe ser el vuelo más común de la compañía, ya que hay como 7 frecuencias diarias, pero por alguna extraña razón aun no me había tocado. Un vuelo normal, sin complicación ninguna y llegamos a la cuidad que supo ser la capital del mundo durante siglos… aun me maravilla lo que Inglaterra ha influenciado al mundo, en cosas pequeñas y en cosas grandes, en como todo el mundo nombra las calles, como se diseñan y diagraman las ciudades, los trenes las comunicaciones, los puertos, es impresionante. Ya lo he comentado esto, pero cada día lo veo más. Que frio hacia… Llovía… pero había que salir, había que conocer. Me abrigue, como pude y salí con un mapa y un plan. Tren hasta Victoria Station y de ahí a caminar, o metro, lo que saliera. Salió metro a la ida y caminata a la vuelta, y que caminata… Vimos la Torre de Londres (que de torre tiene solo el nombre) el puente (London Bridge) –si, lo que tienen los Ingleses es que no son para nada originales con los nombres…- caminamos por callecitas céntricas, hasta llegar a la Abadía de Westminster pasando por el Big Ben, y muertos paramos a cenar en un típico pub Ingles, Fish and Chips, Carlsberg y a buscar el tren que nos llevara a descansar… No contábamos con que la lluvia iba a inundar las vías en un bajo no se en donde y que iba a colapsar el sistema de trenes… después de mil combinaciones y un poco de suerte, mi amiga Man Chuan (la Taiwanesa más divertida del planeta, que no achico nunca, ni por lluvia o frio…) y yo, llegamos al hotel, ensopados y muertos, pero contentos.

Seguía algo que no se bien como describir… Quizás sea porque no es fácil… Lo que seguía era un vuelo a Dhaka, Bangladesh. Un poco de historia primero, si les embola salteen este pedazo… Cuando la India era una colonia inglesa, convivían en ella, hindús, musulmanes, budistas y otras religiones, sin fronteras para el exterior. Digo esto porque uno cree, por lo menos yo creía que en la India eran todos iguales… que Bangladesh era la misma gente pero en otro país… Minga… Cuando esta zona del mundo logra su independencia del Imperio Británico, se forman tres países. India, Pakistán y Myanmar (que si, era parte de la colonia, ni idea tenía yo) Los tres en diferentes fechas, pero al final el resultado fue ese. La cosa es que la separación pasaba mayoritariamente por un componente religioso. Los Hindúes y los Sikhs quedaron en la parte más grande de la península y se formo la India, los musulmanes se retiraron a las dos partes norte, una al este (Bangladesh) y otra al Oeste (Pakistán). No sé si tendrá algo que ver, seguro que sí, pero las dos comunidades comparten la religión, pero pocas cosas más… de la cantidad increíble de idiomas que se hablan en la región, ellos hablan dos muy diferentes. En Pakistán se habla Urdu, más parecido al árabe, y en Bangladesh se habla Bengalí, más parecido al Hindi. La estabilidad duro poco… el gobierno estaba en la parte Oeste (actual Pakistán) y la parte Este siempre fue relegada, en todo aspecto… económico, social, etc. Tanto que en el 71, y apoyados por India, se independiza la parte Bengalí y se forma Bangladesh. Pakistán y la India recorren caminos diferentes, la India es la democracia más grande del mundo, y Pakistán viene saliendo de años de gobierno autoritario de Pervez Musharraf, que renuncio hace menos de un año dejando al País con una estabilidad muy relativa. Bangladesh, del 71 hasta ahora, ha tenido varios gobiernos, algunos democráticos, otros no, pero la cuestión cual es… que democracia, conciencia social, se puede esperar de un país con hambre? De un país que tiene un 60% de analfabetizacion? Hay 145 millones de habitantes, 5 más que en Rusia, cuando Rusia es 120 veces más grande… La densidad de población es fabulosa… y como es lógico, o no, a pesar de que la mayoría de la población es Rural, la comida no alcanza, el trabajo no alcanza. El vuelo es mayoritariamente de obreros contratados por empresas del medio oriente, que los llevan a trabajar a los países de la región, y la mayoría es la primera vez que ven un avión de cerca o se suben a uno. Por supuesto que también hay empresarios, profesionales, como en cualquier país del mundo, pero me concentro en describir a la mayoría lo mejor que puedo. Al llegar, el viaje del aeropuerto al hotel es lo primero que choca… el transito sin reglas, literalmente sin reglas, gente empujando carritos en autopistas, ómnibus que se chocan acomodándose paran a recoger gente en cualquier lado, bocinas todo el tiempo… y la gente que mira, las miradas son lo que más recuerdo, los ojos. Llegamos al hotel y es como estar en un burbuja… de la cual tenía que salir. Preguntamos a donde podíamos ir y nos indicaron una tienda que vendía cosas para turistas, y como el objetivo era salir, salimos. Ingenuo pregunte si era caminable, y la respuesta fue que sí, pero que no iba a aguantar. “Este me está mojando la oreja, pensé… se cree que vengo de donde?” Salimos los tres, a caminar una cuadra hasta encontrar un taxi, y que razón que tenía el conserje. Al poner un pie afuera del hotel, se acercan muchas personas, mujeres pequeñas, con niños, hombres flacos, gurises… todos piden, no saben bien que, pero algo piden. Algunos se pegan y pretenden guiar, todos sonríen… es muy abrumador, y cuesta. Llegamos al taxi, negociamos, nos llevo, compramos un par de boludeces y volvimos en un Tuk Tuk, especie de Vespa del Disco Express, diseñada para llevar gente. Esas 10 cuadras, fueron divertidas, pero muy peligrosas, no por la gente, por el transito. Llegamos al hotel y nos quedamos adentro, me alcanzo… no me considero maula, pero me alcanzo. Me acorde mucho de vos hermano…

Retrocediendo un poco en el tiempo, los llevo a Enero del 2008, más precisamente al 8 de Enero… Vida muy distinta, Ranger blanca, apto en Chana y Acevedo Díaz poco visitado en esos días, poco sueño, mucho trabajo, muchos besos, vida movida pero estaba haciendo todo lo que quería, todo… Por esos días toca un 230, vuelito de la Pluna que sale de tardecita, duerme en Sao Paulo y vuelve de mañana. En ese vuelo venia un gringo que no paso desapercibido en el 19J de la chanchita que toco ese día. Manejaba el Danilo Puyol y yo iba con Maggie Benquet atrás. Después del servicio, este muchacho callado y con una Nikon enorme me pide en perfecto ingles que le lleve el libro de vuelo al Cmdte. Para que se lo firme. Leo que dice Emirates, y me pongo a conversar con él. Era Checo, Jefe de Cabina e iba de vacaciones a Uruguay por tres días sin idea de nada. Le pregunte que quería hacer, me dijo que sacar fotos y le recomendé que fuera a Colonia, a la Ciudad Vieja, a Jacinto Vera, al Prado, le explique los bondis, las compañías, todo. Quedo muy agradecido y me dijo que aplicara para Emirates, que lo que ellos buscaban era justamente gente que se interesara un poco mas por el pasajero, que fuera un poco más allá. En ese momento poca bola le di… yo estaba bárbaro donde estaba… El resto es historia que la he tratado de contar lo mejor que puedo… y los traigo de nuevo al 17 de Febrero del 2009, a un Briefing previo a un vuelo como tantos… al cual el Purser no llegaba. Llego casi al terminar y le encontré cara conocida… mire en la Información de la tripulación y era Checo… y me cayo la ficha. “Las vueltas de la vida”, pensé… Termino el Briefing y le dije… “Michal… el año pasado… fuiste ve vacaciones a Sudamérica, no?” –Si… “Volaste en una compañía pequeña que se llamaba Pluna…” –Si… y sonrió… Ahí le dije “Seguí tu consejo… y tan mal no me fue” No lo podía creer, yo tampoco… Hay 10.700 tripulantes en Emirates, es poca la probabilidad de que vuele con alguien que conoces… Fue una buena sorpresa.

Venia otro Londres y me acorde que una buena amiga del liceo vivía allá… La contacte y quedamos en vernos, para ponernos al día, hacia tres años que no nos veíamos. Llegue y la llame, quedamos de encontrarnos cuando saliera de trabajar… Metro mediante, nos encontramos y nos fuimos a caminar, conversando, tranqui… Notting Hill, Oxford Circus… Paseamos y cenamos, nos encontramos con su novio, un Brasilero fenómeno y nos fuimos a escuchar Blues a un Pub chiquito, perdido por ahí. Nos debíamos esa charla y la pasamos muy bien. Me encanto verte feliz Clau!

Podrán creer que nunca vi nevar? Fui a Bariloche y había nieve… pero no vi nevar… Nevó en Buenos Aires el año pasado, todos los pronósticos decían que nevaba en Montevideo, pero nada… Este verano nuestro (Invierno en el Norte) pensé… “Esta es la mía, hay tormentas de nieve por todos lados, algún lugar tengo que embocar” Bueno… a fin de mes venia Múnich, y los pronósticos y la Wikipedia no me dejaban a pie… Múnich, cuidad “al pie” de los Alpes, clima Mediterráneo, aire helado y seco… Hacía dos semanas que venía nevando sin parar… apronte la valija con lo más abrigado que tenia y me fui para allá. Llegamos y al aterrizar, veo que hay un sol radiante! Dos semanas de cielo cubierto y nevadas serenas hasta que llego Joaquín… No dio para quejarse, porque el paisaje era de verdad hermoso… Todo blanco, y la verdad que es un país un poco aburrido para vivir digamos, pero es muy lindo para ir de paseo. También tengo una amiga del Liceo allá, estudiando Bioquímica y la contacte. Hace mucho que no va al paisito a sí que le lleve un paquetito de yerba y un Alfajor de las Sierras de Minas que tenia encanutado para alguna ocasión especial, se que los va a disfrutar mucho. Recorrimos la ciudad, tomamos una cervecita en una cervecería típica Bávara y el frio y el cansancio nos vencieron ella se fue a estudiar y la barra volvió en subte al hotel… Helados, de verdad.

Como bobeando llego Marzo, y los vuelos venían lindos… muy lindos y eso entusiasma.

El primero fue Paris… y no hay mucho para decir que no se sepa… es hermosa. Había poco tiempo de luz del día, si que había que aprovecharlo. El hotel es lejos de la ciudad, cerca del aeropuerto, y el subte no es exactamente fácil. Le encontramos la vuelta y después de un Omnibusito a Charles De Gaulle y del Metro al centro, aparecimos abajo del Arco del Triunfo. El monumento es maravilloso, no dan los ojos y 24 horas para una ciudad como esa es poco, poquísimo. Se iba la luz, y enfilamos a la Torre Eiffel, caminando por las callecitas angostas. Medio por instinto íbamos, hasta que al doblar en una esquina la vimos, y no defraudo… es espectacular. Enfrente hay un palacio de no sé qué, que tiene unos jardines divinos, desde donde la gente saca fotos de la torre. La luz al atardecer no podía ser mejor, pero el fenómeno no había llevado su cámara! Me salvo la cámara de una compañera de la tripu, de la que me apodere y saque unas cuantas. Cruzamos el Sena y seguimos para una estación de Metro desde la que fuimos a Notre Dame. Ya era de noche… y la verdad que no sé cuándo será más linda, si de día o de noche… En la vuelta hay mil restaurants pequeñitos muy lindos, pero la verdad que el servicio es un desastre. Literalmente, te tratan mal… una lástima, pero no nos afecto, allá ellos que trataran así a la gente quien sabe por qué. El frio prometía una vuelta larga y encaramos temprano, llegando al ratito al hotel, a descansar para la vuelta.

Che… De Tailandia… que saben? Yo no sabía nada… excepto que hacen buenos masajes y que en el sur, en las playas de la islitas se puede sobrevivir como una semana con 50 dólares. Aprendí bastante más en un par de días que estuve allá en el siguiente vuelo… En ese país los colores son muy importantes, los taxis son Fucsia, venden fruta en la calle, muy barata y riquísima (hay que arriesgarse…) pero el Ananá callejero es fantástico. Los olores son muy variados, algunos buenos, misteriosos, otros no tanto. La gente es genuinamente simpática, buena gente, te tratan bien sin conocerte, son una cultura muy interesante. No son giles tampoco… porque no en vano son el único país del Sudeste Asiático que nunca fue colonia de nadie. Bangkok es una ciudad grande, muy grande… todo es barato y la verdad se puede conseguir de todo, literalmente, de todo. Llegamos de tardecita y acordamos ir a cenar, nos subimos a un par de Tuk Tuk, como en Dhaka pero acá son toda una institución nacional, pintaditos, coloridos… Por suerte uno de los tripulantes había vivido ahí unos años y conocía el paño… nos llevo a un mercado que era de película, literalmente salido de una de esas de Steven Seagal o de Van Damme, donde atraviesan una puertita y se meten a un antro donde hay boxeo ilegal… acá no había boxeo, pero hay lo que uno quiera. Relojes, carteras, DVDs truchos (hay que ser conocedor para ver que no son posta) todo mezclado con Nightclubs (si, puteros al mejor estilo Baires o Sweet) cuyos promotores te encaran por ahí y te muestran un menú plastificado con todas las opciones de shows disponibles… Entramos en un restaurant y dejamos que el locatario pidiera y no se equivoco… camarones, langostinos, chancho, arroz, ananá y Singha (ya podría hacer un catalogo de la cerveza de cada país…) La verdad que no se puede creer lo buena que esta la comida Thai… el tema es que uno tiene que dormir solo, obligau, si no quiere tener lio… porque ni el chimichurri mas peleador de la Tribuna norte del Troccoli se compara a lo que pica esa comida. Seguimos la recorrida en un local de pool, y Andy nos convenció de probar Sang Som, un ron Thai que según él, era prometedor. Aliviados por el hecho de que en Bangkok no se preguntan los precios porque no importa, accedimos y el Sang Som nos llevo a otro boliche, de otras características. Diría Fabián… La casa de Tolerancia… se picaba la noche… Mulatas de bandera (de las que confunden el corazón con la billetera…) a sí que después de una Singha mas y un poco de conversación para no ser descortés, emprendimos la vuelta. Toma Charlie… J

Saltamos un poco al Sur, a una de las ciudades más lindas del mundo, Sydney… para mejor eran tres días… uno a la ida y dos a la vuelta. Fui a la playa, a un acuario increíble, una especie de zoológico urbano con Koalas y todos los animales autóctonos de Australia… La verdad que es admirable el respeto que le tienen a la vida silvestre de su país, son muy orgullosos de todo lo que es de ellos, a veces abruma un poco, pero es lindo verlo. Porque de verdad veo mucho de nosotros en su sociedad, porque me parece que podríamos ser parecidos a ellos, con plata, mucha plata.

De vuelta para atrás a Bangkok, y esta vez a ver la ciudad de día. La ciudad está construida casi en un delta, de un rio súper caudaloso y de nombre irreproducible… (http://en.wikipedia.org/wiki/Chao_Phraya_River). Uno de los paseos obligados es el rio y los canales y allá fuimos… Negociamos un bote y salimos… No saben lo que son los botes, muy particulares y los motores son de auto, con una especie de cigüeñal larguísimo al que le encajan una hélice en la punta y lo sumergen en el agua… andan al palo y parece que se van a desarmar, pero aguantan. La verdad que fue una muy buena idea… ahí uno de verdad se mete en la ciudad, ves de cerca a la gente, ves que a pesar de que esta bastante contaminado, la abundancia es increíble, en lo verde, en cómo crece todo en cualquier lado. Otra vez lugares con todo mezclado, casas hermosas, con jardín y muellecito y gente que vive en botes semihundidos… Terminamos el día en un shopping, para no faltar a la religión del Tripulante y volvimos al hotel, habiendo pasado un muy buen día.

El mes mejoraba… pare dos días en Dubai para lavar ropa y salí al oeste de nuevo, esta vez a Melbourne y un poco más al sur, Auckland en Nueva Zelanda. No sé si se acuerdan… pero les conté hace un tiempo que en Melbourne ya había estado y lo único que había hecho era comprar desodorante. Estaba en deuda y pensaba saldarla… Me parece que lo hice, porque al llegar, me pegue una ducha para cargar las pilas y salí, sin plan pero con mapa. Que ciudad más hermosa… y que historia que tiene. El hotel está pegado a un parque que se llama Fitzroy Gardens, absolutamente hermoso… Decidí atravesarlos y encontré que hace un montón de años el gobierno ingles vendía la casa del Capitan Cook, a un Australiano con plata se le ocurrió comprarla y la armaron de nuevo en Melbourne… y ahí está, ahora es un museo y esta restaurada como sería una casa de la campiña inglesa en el 1800, donde vivió Cook y su familia. (http://en.wikipedia.org/wiki/Captain_Cook) Seguí adelante y encontré un edificio antiguo, que decía City Museum y entre… Toda la historia de Melbourne, desde una colonia pequeña hasta que se encontró Oro en la zona, como se separaron de New South Wales para formar la colonia de Victoria y así evitar que la riqueza se fuera a Sydney, me hizo acordar a la rivalidad entre Montevideo y Buenos Aires en la época de Rosas… un museo increíble y súper interesante. (http://en.wikipedia.org/wiki/Melbourne) La caminata seguía… y decidí enfilar hacia el rio, Melbourne está atravesada por el Yarra, un rio cuyo valle es conocido mundialmente por los vinos que produce. Encontré un festival que se llamaba Viva Victoria y había comida de todos los lugares de donde provienen lo inmigrantes que hoy en día viven en Melbourne, además de música en vivo… En una tarde de Domingo genial, no creí que se pudiera poner mejor… Gran error… después de una Pure Blonde (Lager Australiana) para reponer fuerzas… cruce el Yarra en uno de los puentes peatonales para encontrarme del otro lado con la mejor sorpresa hasta ahora… The Melbourne Food and Wine Festival! Una serie se stands, al solcito… para probar todos los vinos de todas las bodegas del Yarra… superpoblados de mujeres hermosas de vestido y por unos pesitos te daban una copita y una cintita para la muñeca que era canilla libre del mejor Shiraz de la vuelta… Después de probarlos todos, compre el que más me gusto y me pareció que para un día era suficiente, a si que volví a cruzar el rio, solo para encontrarme con otra sorpresa… Primero me pico el hambre a sí que hubo que hacer una parada técnica en el stand de las tartas alemanas y mientras disfrutaba la segunda escuche una trompeta increíble que venía del escenario… me acerque para ver que se preparaba una orquesta de salsa y me quede… Resulto ser un súper Cubano que la descosió, quede bailando salsa solo en la calle (ustedes saben que no es mi fuerte a sí que imagínense), entre la gente al atardecer… y ese es el momento Master Card de este mail. Vuelta al hotel, habiendo pasado un día genial, sin tener plan.

Salimos a Auckland al día siguiente y encontramos, como toda Nueva Zelanda, una ciudad hermosa. Urbana, moderna, limpia… no quiero aburrir, pero es de verdad muy lindo. Paseíto cortito, cena tempranera y a dormir, ya estaba pegando el cansancio… además… esta vez si había un plan para el día siguiente… Si uno va a Italia… pretende comer Pasta, si uno va a Escocia, tomar whisky, si uno v a Nueva Zelanda… que hace? Se tira desde un puente. Sí, me levante a las 8:30 y nos fuimos a hacer Bungy. La cita era a las 9 en el puente de la Bahía… Fuimos a la oficina, nos hicieron el Briefing y emprendimos la caminata por la estructura del Puente hasta la mitad, donde está la plataforma desde donde uno salta… Muchas medidas de seguridad y una vez más, la sensación falsa de que uno tiene idea de que es lo que está haciendo hasta que te dicen “camina hasta el bordecito y para” ahí miras para abajo y te puteas por haber tenido la idea… el agua esta 45 metros abajo tuyo… 3, 2, 1, Bungy! Y saltas… confiando en que un desconocido hizo bien los nudos… Una cucharada de adrenalina, un chapuzón en la bahía y una sonrisa enorme… Volver, a dormir una siesta y a preparar la vuelta…

El segundo día en Melbourne amaneció feote… cubierto, con ganas de llover. El paseo pendiente era subir al piso 88 de la Eureka Tower, que resulto ser el edificio residencial más alto del mundo. Una vista hermosa, pero que con sol habría sido mejor… Allá arriba me desayune de que el mar no estaba tan lejos y decidí ir por él. Una hora de caminata de por medio y estaba con los pies en la arena, olor a mar y ruido a tormenta… a sí que me llamo la campana del Tranvía que me iba a llevar de nuevo a la cuidad. Se largo el agua mientras caminaba por la calle… y pare en una marquesina que me protegió por unos minutos… una canción me transporto a un lugar feliz “…days may be cloudy or sunny, we’re in or we’re out of the money... but I’m with you always, I’m with you rain or shine...” y llovió… y me moje… pero fue un muy buen final para una serie de vuelos hermosos…

Acá estoy… temiendo llevar el cursor para arriba, pero contento de que me puse al día con ustedes, espero que lo impriman y se lo lleven al baño, o lo tomen como lectura de fin de semana

Los extraño tanto como el primer día, pero con más sosiego, sabiendo que están ahí. Eso sí, los quiero más que el primer día.

Besos,

Jo
P.D: No he podido poner todas las fotos, pero las prometo para la semana que viene. Estas son las que hay:

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